Mirando fijo
Mirando fijo me quedo pen sando mientras te veo. Memorizo cada movimiento de tus manos primero, cada ruido extraño que hace tu boca. Me callo y escucho las historias que quizás no tienen sentido alguno pero que lo tienen del todo para nuestras vidas. Me pasas el vino, que ambos compartimos, y bebo y te escucho y al mismo tiempo en mi cabeza nace del tú y el yo un nosotros. Me encuentro deseándote furtivamente, fuerte y sin remedio: te quiero. Me sorprendo de mí mismo al poder realizar tantas acciones juntas, tantos sentimientos y deseos, en el simple momento en que me pasas el vino, y yo callo, bebo y te escucho.
